Kate Winslet, conocida por su papel como Rose en “Titanic” (1997), ha revelado que la icónica escena del beso con Leonardo DiCaprio en la cubierta del barco no fue tan romántica como muchos podrían imaginar. En una entrevista con Vanity Fair, la actriz británica describió el proceso de filmación como una verdadera “pesadilla”.
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Según Winslet, la escena se rodó en un espacio pequeño y con iluminación deficiente, lo que complicó enormemente las tomas. Entre cada intento, ella misma tuvo que retocar no solo su maquillaje, sino también el de DiCaprio, debido a la estrechez del set. “Tenía a mano el maquillaje, las brochas, y la esponja”, explicó Winslet. “Básicamente tenía que rehacer todo nuestro maquillaje”.
Kate Winslet confesó que las condiciones de grabación no fueron las ideales
El desafío no terminó ahí. Winslet tenía que lucir la piel blanca e inmaculada que correspondía al personaje de Rose, mientras que DiCaprio, interpretando a Jack, requería un bronceado artificial para parecer un trabajador del obrero sacrificado de la época. La combinación de estos factores hizo que el maquillaje fuera propenso a deslizarse y mezclarse durante la escena del beso, dando como resultado un aspecto que la actriz describió como un “desastre”.
“No fue tan maravilloso como podría parecer”, señaló Winslet sobre la experiencia. A pesar de la impresionante imagen de romanticismo que la película ha dejado en la memoria colectiva, la actriz enfatizó las dificultades técnicas y físicas que enfrentó durante el rodaje. El apretado corset que llevaba, característico de la moda de la época, también contribuyó a su incomodidad durante la filmación.
Aunque para muchos la escena del beso entre Rose y Jack sigue siendo una de las más emblemáticas y románticas del cine moderno, la perspectiva de Kate Winslet ofrece una mirada más realista detrás de las cámaras. Su honestidad sobre las condiciones difíciles en las que se filmó contrasta con la fantasía que la película proyecta, recordando que la magia del cine muchas veces implica esfuerzos y sacrificios no tan visibles para el espectador promedio.