Muchos creen que la investigación por la muerte del actor Matthew Perry se dio por cerrada luego de que se comprobó que su deceso fue accidental debido al exceso de ketamina, pero la verdad es que las averiguaciones persisten para determinar quién le suministró la dosis mortal al artista, de 54 años.
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Al afamado actor lo encontraron muerto el 28 de octubre del 2023 en el jacuzzi de su casa en Pacific Palisades, Los Ángeles. Los estudios forenses arrojaron una dosis letal de ketamina, la cual pudo haber estado consumiendo desde una semana antes de morir.
Fuentes revelaron a TMZ que el Departamento de Policía de Los Ángeles y la Administración de Control de Drogas investigan quién le dio la ketamina al artista, dónde la obtuvo o bajo qué circunstancias, lo que podría ayudar a determinar alguna línea o red de distribución que esté operando en la zona.
El citado medio indicó que ya los organismos de seguridad han entrevistado a varias personas en Hollywood con antecedentes de droga y que el proceso lleva varios meses, pero se desconoce por qué punto van las averiguaciones. Aunque los entrevistados no son quienes proporcionaron la droga a Matthew Perry, sí pueden ayudar a descubrir una probable vía de suministro de ketamina. Sin embargo, hasta el momento, no hay arrestos sobre el caso.
Matthew Perry y su testamento
A Matthew Perry lo halló muerto su asistente. Tras ser declarado sin signos vitales en el lugar, trasladaron su cuerpo a la Medicatura Forense, donde los estudios arrojaron que aunque él tenía ketamina recetada para la depresión y ansiedad, la dosis que tenía en su organismo al momento de morir, no era la recomendada por el médico.
Page Six informó que el recordado protagonista de ‘Friends’ dejó en su testamento una herencia de aproximadamente un millón de dólares, dejando como únicos herederos a sus padres John Perry y Suzanne Morrison, a su hermanastra Caitlin Morrison, y a su exnovia, Rachel Dunn. El testamento lo firmó en el 2009 y nunca lo modificó. Además, dejó como albaceas a sus amigas Lisa Ferguson y Robin Ruzan, y designó como ejecutora del fideicomiso a Alvey Singer Living Trust.