La noche del sábado 4 de mayo, Río de Janeiro y en especial, Copacabana, se vistió de fiesta para albergar el final del “The Celebration Tour”, gira musical que conmemoró los 40 años de exitosísima trayectoria de la gran Madonna.
La reina del pop reunió nada más y nada menos que casi dos millones de personas, en su mayoría público local, pero con gran presencia de otras latitudes sudamericana, quienes no dudaron en sacar el máximo provecho del magno evento gratuito, situación poco visto en el ámbito artísticos.
De esta manera la “chica material”, se unió al selecto grupo de artistas que lograron albergar más de un millón de fanáticos en un recital en las playas brasileñas, recordando las presentaciones en el 2006 de los Rolling Stones, y la de Rod Stewart, en 1994.
Así fue el evento
El show histórico desarrollado durante tres horas rememoró los más grandes éxitos de Madonna, contando también con la presencia de varios invitados especiales y un sentido homenaje al “rey del pop”, Michael Jackson.
“Nothing Really Matters”, fue la canción que comenzó todo, en el que lució la cantante un kimono negro y una corona. Fueron varias veces en donde se cambió de atuendo, sin embargo, el que más emocionó a todos fue cuando cantó su clásico “Vogue”, luciendo un vestido Jean-Paul Galtier con los colores de la bandera de Brasil.
La cantante brasileña, Anitta, fue la primera invitada en subir al escenario. Minutos después fue Pablo Vittar quien dijo presente en la fiesta para acompañar a la estadounidense en la reinterpretación de “Music”, basada con tonalidades del género samba brasilera.
Uno de los momentos más emotivos del espectáculo fue la interpretación de “La isla bonita”, acompañado con un grupo de niños percusionistas de una escuela de samba, mismo sentimiento que se generó en el homenaje a Michael Jackson, con la canción “Billie Jean”, mientras en la pantalla principal se podía ver la sombra del cantante mientras bailaba.