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Ex de Hugh Hefner confesó algunas reglas que debían tener las siete novias

Izabella St. James tenía 26 años cuando conoció al fundador de Playboy

Las exconejitas Playboy
Kendra Wilkinson, Bridget Marquardt, Hugh Hefner y Holly Madison (Jesse Grant/WireImage vía Getty/Archivo)

Izabella St. James es una chica que a los 26 años de edad conoció a Hugh Hefner y, más tarde, le propusieron que fuera una de sus siete novias. Aunque se negó a hablar en la primera temporada, para la segunda parte de Secretos de Playboy de A&E, la nacida en Polonia conversó y reveló detalles.

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¿Cómo conoció a Hugh Hefner?

“Pensé que todo su mundo era simplemente fascinante”, dijo. “Soy inmigrante. Viví en una burbuja completamente diferente. Y aquí estaba esta persona que creó su propia realidad. Creó su propio mundo, su propia fantasía donde estableció sus propias reglas”.

Estaba con un amigo de su facultad de Derecho y ambos frecuentaban los clubes de Los Ángeles y allí conoció a Hefner, quien en ese entonces tenía 75 años.

“Mi impresión inicial de Hugh Hefner fue la de un perfecto caballero. Fue muy amable, educado y me trató como una dama”.

Aceptó ser una de las siete novias

Tiempo después, Hefner le pidió ser su novia, pero ella lo rechazó. “Una vez no pude salir porque mi computadora se descompuso y estaba teniendo un colapso total”, dijo. “Es una pesadilla cuando eres un estudiante en bancarrota en la facultad de derecho”.

Todo cambió cuando él le pidió a su secretaria que le comprara una nueva computadora portátil. Después, St. James se convirtió oficialmente en una de las siete novias. Sin embargo, nunca posó para la revista de adultos.

Reglas para vivir en la mansión de dHefner

Ante los lujos, habían reglas en la mansión. “Teníamos que estar en casa a las 9 pm, así que teníamos toque de queda. Hef no quería que las chicas salieran de fiesta sin él. Supongo que no quería que tuviéramos la oportunidad de serle infieles, lo que lleva a la segunda regla. No engañes a Hef. Él es tu novio a pesar de todo. Tenías que ser respetuosa. No había que mezclarse con el personal. Se suponía que no debías pasar el rato con los mayordomos”.

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