El director Craig Mazin hizo todo lo posible para que la serie Chernobyl, estrenada en 2019, fuera lo más real a la explosión nuclear sucedida en 1986. Mazin recibió cientos de elogios por su investigación para la serie, pero ¿qué tan cierto es que vivamos una pandemia como la de The Last of Us?
The Last of Us y su relación con la “realidad”
The Last of Us es un videojuego de terror y supervivencia, lanzada en 2013, y, con apenas cuatro capítulos, ya es catalogada como " la mejor adaptación de videojuegos jamás realizada “.
The Last of Us recrea el mundo apocalíptico cuando se desata un hongo, llamado Cordyceps. Este hongo es real, pero Craig Mazin quiso hacer las cosas un poco diferentes a las del videojuego.
¿De dónde salió el hongo Cordyceps?
La inspiración para la nueva serie de HBO fue utilizar los hongos del mundo real y “resumirlo” en The Last of Us serie. Para 2006, BBC trasmitía Planet Earth en el que David Attenborough y su equipo de investigadores estudiaban el comportamiento de varios hongos, incluido el Ophiocordyceps; un hongo parasitario que afecta a las hormigas carpinteras.
El video de la hormiga está disponible en YouTube y muestra el aterrador comportamiento del insecto con sus mandíbulas envueltas en una rama.
“Como algo salido de la ciencia ficción, el cuerpo fructífero de Cordyceps brota de la cabeza de la hormiga”, dice Attenborough. Esta escena es la que habría inspirado a Bruce Straley y Neil Druckmann a crear el videojuego en 2013.
Investigaciones recientes
Durante una entrevista, Druckmann menciona “estafar” el documental y Straley dice que las hormigas “zombis fueron el punto de partida” para el juego, ajustando el juego a “la vida real”.
El hongo afecta el cerebro y los músculos de la hormiga, por esa razón el hongo “se apodera” del animal. Aunque no existen otras investigaciones recientes, la poca compresión del Ophiocordyceps no sucede desde 2013, con The Last of Us.