A dos años de su trágica muerte, la autopsia de la estrella de Glee, Naya Rivera, reveló su desgarrador acto para salvar a su hijo antes de morir ahogada en un lago en California.
Rivera falleció a los 33 años, mientras que su hijo José, entonces de cuatro años, fue encontrado dormido en un bote que flotaba en el lago Piru en el Bosque Nacional Los Padres en el condado de Ventura.
De acuerdo con la autopsia Naya salvó valientemente a su pequeño hijo y “poco después, Rivera empujó al niño de regreso al bote. Cuando el niño miró hacia atrás, vio a su madre levantar el brazo y gritar ‘socorro’”.
Rivera murió llorando por ayuda y quedó atrapada en el agua por días.
Un trabajador encontró a su hijo
Según el informe “el trabajador de alquiler de embarcaciones, Bryan Tomaszewski, fue a buscar la embarcación alquilada cuando no la devolvieron a tiempo y encontró a Josey envuelto en una toalla, con un chaleco salvavidas y dormido.
“También había un chaleco salvavidas de repuesto para adultos en el bote, junto con las posesiones de Rivera, incluido su bolso y su teléfono móvil”.
El informe confirma que Naya no tenía antecedentes médicos conocidos, “aparte de vértigo y una infección sinusal reciente”, aunque al momento de su muerte la actriz tenía alcohol y una mezcla de medicamentos recetados en su sistema.
Tenía ansiolíticos en su sistema
“También tenía niveles bajos de anfetamina, cafeína, ansiolíticos diazepam, nordiazepam y supresor del apetito fentermina”, pero las condiciones físicas confirmadas o las drogas no fueron factores en su muerte.
Según la madre de Naya, la estrella, que interpretó a Santana López en Glee, inicialmente había planeado tener una parrillada en el lago en lugar de tomar un bote, pero cambió de opinión en el último minuto.
Su cuerpo fue encontrado el 13 de julio, siete años después de la muerte de su coprotagonista Cory Monteith, quien murió de una sobredosis de heroína en una habitación de hotel en Canadá.