Tras la muerte de doña Eva Mange, abuela de Laura Zapata y Thalía, muchos fans se preguntan si este será el fin de su relación, pues en los últimos años ella los había mantenido en constantemente comunicación.
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Te contamos la historia detrás de la rivalidad que tenía la villana de las telenovelas con la intérprete de “Amor a la Mexicana” y con sus otras hermanas.
Su infancia
Cuando la mamá de las famosas, Yolanda Miranda, conoció al papá de Thalía, Ernesto Sodi, ella ya tenía a Laura Zapata, por lo que él le puso como condición que la pequeña no viviera con ellos.
Así fue como Yolanda mandó a Laura con su abuela Eva, y ella fue quien la crió durante muchos años.
“Mi abuela ha sido mi mamá. A los tres años, mi mamá contrajo nupcias y me dejó con mi abuela porque mi padrastro no me quería”, declaró la villana de las telenovelas en una ocasión.
En diversas ocasiones, Zapata ha declarado que veía como sus hermanas tenían lujos, mientras que ella debía vivir con lo que su abuela le podía dar.
Al morir el papá de Thalía, Laura pudo convivir más con ella y con sus otras hermanas, Gabriela, Federica y Ernestina Sodi.
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Incluso, Thalía y Laura se hicieron cercanas, por lo que la actriz acostumbraba a llevar a su hermanita a sus ensayos de teatro.
Así fue como la intérprete de “Me Equivoque” se interesó por la actuación y siguió los pasos de su hermana.
Se rompió su relación
A pesar de que llevaban una relación cordial, todo cambió cuando Laura y Ernestina fueron secuestradas en 2002.
De acuerdo con el libro “Líbranos del mal”, escrito por Ernestina, este suceso terminó por separarlas, en lugar de unirlas.
Fue Thalía quien pagó el rescate y así ellas pudieron recuperar su libertad.
La muerte de Yolanda Miranda
En 2011, la mamá de las famosas falleció de un ataque cardíaco, provocando un gran problema, pues Thalía decidió llevarse los restos de su mamá a Nueva York.
Luego de varios años, Zapata aseguró que ya todo estaba bien con su hermana menor.
Incluso, la cantante le mandaba una cantidad mensual para la manutención de su abuelita y, de las hermanas, ella la única que siempre estuvo al pendiente de doña Eva.
