Camila Sodi ya no quiere ser “la guapa”: busca brillar más allá del físico

Con 35 años, la actriz Camila Sodi está en busca de nuevos retos actorales, y eso pasa por dejar de ser la chica bonita de las telenovelas. Su carrera ha entrado en la madurez profesional y así lo ha contado en una entrevista con EFE.

Recién culminó el rodaje de “Sin huellas” en España y ahora trabaja con “Cualquier parecido” (Paramount+), creada, producida y protagonizada por ella. En la actualidad está viviendo en Madrid, España, donde también reconoce que está tomando una bocanada de tranquilidad ante la inseguridad que afecta a su natal México.

Allí aspira a vivir dos años mientras realiza nuevos proyectos, incluso su ex pareja Diego Luna también se encuentra en la capital española, de tal modo que allá se encuentra toda la familia con los hijos en común: Fiona y Jerónimo Luna.

Más allá del físico

La “novia eterna” de Luis Miguel y la icónica “Rubí” anda en nuevas facetas profesionales. Por los momentos el foco va por roles de carácter, sin maquillaje, intensos y despojados del toda sexualización.

Al hablar de Cata, su más reciente rol dijo: “Creo que este es de los pocos personajes que he hecho en donde hay un desparpajo absoluto y brutal, y no me importa si a los hombres les parezco atractiva o no. Es un momento de mi vida en donde paso de ello y prefiero hacer a la gente reír, emocionarse, sentir cosas, y eso va más allá del físico. Cuando estás como yo estoy ahorita, tan plantada en tu centro, en tu ser, ya no tienes miedo de dejar de ser la guapa, la bonita”.

Mucha “sexualización”

Sobre el riesgo de que se sigan encasillando a ciertos actores por su atractivo físico indicó que cada vez hay más criterios diferentes y eso es interesante. “Yo creo que siempre habrá proyectos que tengan esta idea de encasillar, no solo a los latinos, sino a todo el mundo. Pero cada vez existe más gente creativa que está tomando el control de estos grandes proyectos, que es muy inteligente y lo está dejando de hacer”, citó El Nuevo Herald.

Sodi puntualizó que parte del encasillamiento tiene que ver con el punto de vista masculino sobre ciertas actrices. “Soy muy consciente de los estereotipos y de los arquetipos y de a lo que jugamos las mujeres muchas veces. Y como actriz, tienes que estar dispuesta a transformarte de cero a cien y me habían tocado últimamente personajes muy sexualizados y hechos desde el punto de vista masculino”.

La actriz dijo que aunque viva en España los lazos con su país permanecen intactos, de hecho siempre regresa porque su familia sigue aquí. “Siempre tendremos un pie en nuestra patria. Pero lo real es que me quedo dos años aquí (en Madrid) y de ahí ya veremos.