Valentina Paloma Pinault es toda una modelo. A sus 14 años ha crecido tanto que ya es más alta que su mamá y su crianza a la mexicana la ha hecho familiar y solidaria.
Esos valores le vienen de Salma Hayek, la veracruzana que supo ganarse el cariño del público y hoy es una de las actrices latinas con más trayectoria en Hollywood.
La revista Vogue México ha presumido por primera vez dos rostros bellos para su edición de mayo. El de ella y su hija, fruto de su unión estable con el empresario francés François-Henri Pinault, con quien está casada desde el año 2009.
Ambas se comprenden y respetan sus espacios, sin embargo, pueden ser tan íntimas como para compartir el clóset, de hecho, madre e hija son aficionadas del maquillaje, de los productos de belleza y de la ropa linda, sin importar la marca.
Habla Valentina, la hija de Salma Hayek
“La verdad es que cuando se trata de ropa, la de ella me encanta, pero en general siempre uso lo que me gusta, casi no me fijo en la marca. En general me agrada también combinar y llevar piezas vintage. Sí me gustan las marcas, pero no uso las cosas por eso, solo porque me gusta”, revela la jovencita en una entrevista extensa para la publicación.
La chica se encuentra en Londres y Salma en Los Ángeles. Muchas veces Salma debe viajar por sus compromisos profesionales, pero nunca le pierde el paso a su única hija, de quien siempre está atenta.
“El clima en Londres está de lo más loco; sale el sol, llueve, cae nieve, todo en el mismo día. A veces me preocupo porque Valentina no se llevó algo para la nieve”, dice Salma mediante el encuentro virtual. Como anécdota, la actriz de 55 años dice que en casa se pelean por la ropa, ya que a veces la adolescente toma varias piezas y luego ella no encuentra nada.
Camaleónica y experimental, Valentina se decanta por un guardarropa ecléctico, que no la encasille con un estilo. De hecho, ella prefiere vestirse de acuerdo a lo que quiera expresar.
“Depende de quién quiero ser. Y también lo hago con mi pelo y mi maquillaje, porque suma algo a la persona que quiero ser ese día: me encanta el maquillaje, tengo mucho, pero no me lo hago para ser muy linda o porque me quiero quitar imperfecciones. A veces no me quiero aplicar ‘concealer’ porque creo que las ojeras agregan algo más. Me gusta usar maquillaje de muchos colores y, no sé: me gusta explorarlo”, contó la chica.
Salma sobre su rol de madre
La actriz cuenta que su hija siempre fue muy independiente y ella supo apoyarla para que hiciera valer sus propias ideas. “Desde pequeña nunca me dejó escogerle su ropa, y eso siempre me gustó, además con el maquillaje es muy buena. Yo soy buena para el maquillaje, pero ahora ella me enseña a mí”, agregó a la entrevistadora Irene Azuela.
Sobre la tarea de ser madre dijo que no todas las mujeres están listas para asumir esa responsabilidad y eso debe respetarse, a su juicio una mujer que no ha sido madre no es menos mujer que aquella que ya lo ha hecho.
“Mi caso fue muy particular porque yo me volví madre muy tarde. Lo hice ya que encontré a la pareja de mi vida, que tenía una carrera estable, pero es que yo ya tenía tantas ganas de tener a esta hija que ya nada más me importaba. Ni mi carrera ni nada, creo que eso me ayudó mucho. Además sentí que ya había hecho muchas cosas en mi vida, entonces ya era una etapa distinta para mí porque ya había hecho cosas de las que ya me sentía muy orgullosa”.
Una parte de la conversación fue realmente conmovedora, ya que en un momento Valentina dice: “Mi mamá se va por dos semanas y la verdad es que eso no es mucho para mí, yo le digo que vaya y haga sus películas, que yo voy a estar bien”, a lo que Salma responde: Mamá mexicana es mamá mexicana, no importa en donde estés…”. Sencillamente hermoso.
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