La actriz Marjorie de Sousa fue noticia hace varios días al encontrarse por primera vez con un viejo admirador. Se trata de Luciano, el hijo de su amiga la actriz Lety Calderón quien es síndrome de Down.
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La venezolana accedió a reunirse con el joven que acaba de cumplir 18 años y había pedido como regalo poder conocerla, ya que según le dijo a su mamá ella es el amor de su vida.
Marjorie acudió a la cita en un restaurante acompañada de su hijo Matías, que ya tiene cinco años de edad y luce mucho más grande y atento, incluso comentó que le gusta comer, pero que no le gusta la arepa, el plato típico de Venezuela, a lo que Marjorie le responde que dice mentiras porque en casa es “arepero”, es decir, que le gusta mucho ese plato.
Reunión con anillo de amistad
Durante el encuentro que Marjorie transmitió en vivo en su cuenta en Instagram, se ve a Luciano muy feliz acompañado por su madre y su abuela.
La actriz abraza al joven y éste en un momento le da como regalo un estuche con un anillo. Ante esta sorpresa, Matías comienza a gritar molesto y Marjorie le aclara que la sortija es para sellar una amistad, que no se trata de una boda.
Pero Matías parece dar pataletas de enfado y ella se ríe a carcajadas de la reacción del niño evidentemente celoso. Como se recordará, Matías Gil nació en el año 2017 y pocos meses después se desató una crisis entre sus padres, ambos actores, que terminó en separación, citó Las Estrellas TV.
Desde entonces Marjorie de Sousa y el argentino Julián Gil mantuvieron una agria disputa legal que involucraba la patria potestad de Matías. Claro que para entonces el niño estaba muy pequeño y en la actualidad no puede recordar los meses de chismes alrededor de la separación de estos famosos. Más allá de la separación, el parecido que Julián Gil tiene con su hijo Matías es impresionante y esta foto lo confirma.
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Julián no ve a su hijo
En todo momento Julián Gil ha dicho que Marjorie le prohíbe ver a su hijo y que le exige una manutención por el orden de los 14 mil dólares, cifra que es muy alta para sus posibilidades. También, Gil ha dicho que De Souza sufre de “Síndrome parenteral”.
Este síndrome se caracteriza por una campaña de desprecio y animadversión al que es sometido un niño hacia uno de los progenitores que antes amaba. La insistencia del otro progenitor para que el menor sienta rechazo y hasta odio sucede durante un proceso de separación.
“El síndrome de alienación parental es una forma grave de maltrato psicológico y requiere de una intervención multidisciplinaria para detenerlo”, cita un texto jurídico de Scielo.cl.
Sin embargo, en toda esta historia mediática faltan dos piezas que ninguno de los dos ha querido revelar, pero por los vientos que soplan no tarda en que se conozcan.
La primera de ellas es el motivo tan grande que tiene Marjorie para negarle el derecho a Julián Gil de ver a su hijo. Qué pudo ser tan grave o definitivo para que esta madre decida negarle a su hijo su derecho irrenunciable de conocer a su papá, que por demás, es bastante famoso.
La otra pieza está del lado de Julián Gil, y tiene que ver con su papel en la catastrófica separación de Marjorie de Sousa. Qué pudo ser tan grave que ambos no pueden ni verse, ni tratarse a menos que tengan abogados de por medio. Mientras, Matías tiene ya cinco años y sigue distante de su padre por decisión de su madre.
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