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La Casa de Papel: se cierra el cerco

Los Robin Hoods modernos que son parte de un fenómeno mundial y cultural esta vez la tienen bastante difícil para salirse con la suya.

En tiempos de desigualdad, precarización laboral y ricos haciéndose más ricos, era claro que una serie como “La Casa de Papel” permitiese identificarse en demasía a una audiencia que por fin veía en el Profesor (Sergio Marquina, interpretado por Álvaro Morte)  y Compañía una forma de robar sin caer en los tópicos que en muchos países son moneda corriente: 1. No había, al principio, daño a otros/inocentes. 2. No se roba a nadie, sino que estos solamente ocupan y crean su propio botín: tanto en el primer robo ellos hacían su dinero y en el segundo trataban de robar lingotes almacenados. 3. Ladrones carismáticos con nombres de ciudades, lo suficientemente cool, complejos, poderosos y retorcidos para adorarlos u odiarlos. 4. Una autoridad que es lo suficientemente abusiva/ tonta/ corrupta como para que un grupo de ladrones calificados se les burle en la cara y la gente esté en su contra. 5. Y claro, rehenes entrañables, como Estocolmo (Esther Acebo), o tan detestables, como Arturo Román (Enrique Arce), ex director de la Fábrica Nacional de moneda y Timbre, que en la última temporada da un poco más de protagonismo a un grupo que solo era una ficha de cambio en su desastroso estilo.

Así, en cinco temporadas, el Profesor (mente maestra), Berlín, su hermano –cuyo estilo de liderazgo revisitó el concepto de macho alfa y dio incluso para que Pedro Alonso fuese embajador de Renault–, Tokio (Úrsula Corberó se convirtió en ícono de moda), Denver (Jaime Llorente) , Nairobi (Alba Flores) y las adiciones como Estocolmo, Palermo (Rodrigo de la Serna)  y Lisboa (Itziar Ituño), entre otros, se ganaron, por su manera de resolver las encrucijadas que les planteaba la autoridad, a un público que en solo la parte 4 tuvo 619 millones de horas vistas y la transformaron en la temporada de una serie de habla hispana más vista en la historia de la plataforma.

Sin límites, mostraba violencia, juegos maquiavélicos y humanidad –con buenas, malas, y pésimas decisiones– por parte de los personajes, que resistían con todo ante la autoridad y de paso ante la sociedad. Asimismo, Alex Pina, su creador, no ha tenido reparos ni dudas a la hora de dar gran despliegue a las escenas de acción complejas, ni para dar muerte a varios personajes.

Entre ellos, la última gran sacrificada: Tokio, en un final épico para la primera parte de la temporada 5, que tuvo  más violencia y donde los personajes ya han roto algunos códigos morales establecidos. Y, en donde además,  se cierra el cerco de las autoridades contra unos ladrones que en temporadas anteriores eran celebrados por salirse con la suya. “Somos muy acomplejados, los españoles, con la ficción”, le decía el creador a El País. Pero él no lo es.

Gracias a esto, por ejemplo, la serie está en la selección de BBC de las 100 mejores series del siglo XXI, quedando 43 en un ránking conformado por expertos de 43 países. Un fenómeno que también se ha reflejado en documentales, en incluso cursos de liderazgo y trabajo en equipo y, por supuesto, en disfraces, siendo el atuendo del mono rojo y la máscara de Dalí uno de los más representativos de la televisión.

Ahora bien, ¿qué sigue para la pandilla luego de que Tokio ha muerto?

¿Todo puede salir peor? Por supuesto que sí

• Lo que también ha hecho exitosa a “La Casa de Papel” es el factor impredecible. Torturadores convertidos en repentinos aliados, aliados convertidos en traidores, emociones desbocadas… y con la partida de Tokio no se espera menos, sobre todo en los capítulos restantes.

• Esto también se aplica en el caso de Estocolmo, que gradualmente ha dejado de ser el interés romántico de Denver para tener un desarrollo más interesante en la primera parte de la quinta temporada.

• Es claro que se espera saber qué más pasa con los personajes, pero sobre todo, qué tienen que ver los flashbacks de historias como las de Berlín y Tokio. Y todos quieren muerto a Gandía (José Manuel Poga).

• Es el final de toda la serie (no hay temporada seis), por lo que este cierre de temporada mostrará si se cierra el cerco sobre toda la pandilla y cómo hará el profesor para sacarlos del Banco de España. Si vivos, muertos, encarcelados… o triunfantes.

Las 3 muertes más impactantes de la serie

Tokio

Esta caótica pero fuerte mujer era la voz en off la serie y su inmolación fue lo más impactante de la última temporada. Y todo, para llevarse al odiado Gandía con ella.

Nairobi

Una de las muertes más traumáticas para los fans (cuarta temporada). Porque precisamente a Nairobi la cercan con su punto débil, su hijo. Y su asesino, Gandía, pasa a ser uno de los más odiados en la serie.

Berlín

Era un psicópata y misógino, pero como un gran antihéroe, esto hacía parte de su encanto. Y su muerte es más significativa, teniendo en cuenta de que no tenía ya nada que perder y que se sacrifica por su equipo (Al final de la segunda temporada).

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