El 6 de agosto, antes de la Convención Nacional Demócrata, Kamala Harris pudo haber cometido uno de los grandes errores de su campaña al elegir a Tim Walz, gobernador de Minnesota, como su compañero de fórmula y candidato a la vicepresidencia.
Walz había ganado notoriedad en redes sociales al llamar a “tipos raros” a los republicanos y se suponía que podía ayudar a la candidata demócrata entre los jóvenes. Además, al ser un profesor y ex entrenador de fútbol americano en una secundaria del Medio Oeste, el gobernador podría jugar un rol clave para ganar en Wisconsin y Michigan.
Pero nada de eso sucedió.
Los hombres menores de 30 años se vieron seducidos por el estilo de Trump y Harris perdió Wisconsin y Michigan, dos estados que Joe Biden había ganado cuatro años antes.
Por si fuera poco, Walz perdió en su condado de Blue Earth, en Minnesota, donde Trump sacó 49,6% de los votos contra 48,3% de Harris. Eso sí, el estado votó mayoritariamente por la fórmula demócrata con el 51% de las preferencias.
¿Por qué Harris se equivocó en elegir a Walz?
Salvo durante la Convención Demócrata y las primeras semanas de la campaña de Harris, Tim Walz no tuvo gran relevancia y pocas veces apareció junto a la vicepresidenta. A eso se suma que tuvo que reconocer que mintió o exageró algunos datos de su vida política y se vio errático en el debate ante el republicano J.D. Vance a comienzos de octubre.
El problema mayor de Walz es que Harris tenía mejores alternativas para elegir como compañero de fórmula, particularmente Josh Shapiro, el popular gobernador de Pensilvania, el estado que era considerado más importante previo a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
El 2022 Shapiro logró el 56% de los votos en las elecciones para gobernador, mientras que Harris solo logró el 49% en dicho estado ante Donald Trump.