AUGUSTA, Georgia, EE.UU. (AP) — Justin Rose hizo lo justo para mantenerse el viernes en la cima del Masters. Pero ahora tiene mucha compañía en la parte alta del tablero de cara al fin de semana en el Augusta National.
PUBLICIDAD
Bryson DeChambeau se convirtió en el único jugador con rondas consecutivas por debajo de 70 y se colocó a un golpe de la cima, con lo cual quedó incluido en el grupo final que saldrá a la cancha el sábado. Justo detrás estaba Rory McIlroy, quien intentó borrar de su memoria ese final descuidado en la primera ronda y se sumó a la contienda en búsqueda del único título del Grand Slam que falta en su colección.
Scottie Scheffler comenzó su defensa de su título con 24 hoyos consecutivos sin bogey. Luego incurrió en cinco bogeys en los últimos 12 hoyos, lo que frenó su progreso . Aún así, cuando caminó al clubhouse del Augusta National, estaba a tres golpes de distancia del líder.
Justin Rose busca el segundo major de su carrera
Rose llegó a la segunda ronda con una ventaja de tres golpes y tuvo la fortuna de jugar temprano, antes de que el viento se volviera lo suficientemente fuerte como para agitar las banderas y crear indecisión.
Se situó en 136 impactos, ocho bajo par, la tercera vez que ha ocupado la punta luego de 36 hoyos en el Masters.
De ganar, y conquistar el segundo major de su carrera (el primero fue en el US Open), se convertiría en el segundo jugador de mayor edad en ganar el Masters de Augusta, con 44 años, detrás de la leyenda Jack Nicklaus, quien ganó con 46 años en 1986.
Después de que Rose cerró su segunda ronda, vino toda la emoción.
PUBLICIDAD
DeChambeau logró un birdie inesperado al embocar desde el búnker en el par 3 del hoyo 4, en su camino a un 32 en las primeras nueve banderas que lo mantuvo pisándole los talones a Rose el resto del camino. Terminó con un 68 para su mejor comienzo en el Masters.
Y luego estaba McIlroy, quien tuvo dos dobles bogeys en los últimos cuatro hoyos el jueves, el último capítulo frustrante para él en el Masters. Esta vez, logró olvidarlo y seguir adelante. Comenzó los últimos nueve hoyos con birdie-birdie-par-águila y se encaminó a una ronda de 66 golpes sin bogeys .
“Tuve que recordarme a mí mismo que estaba jugando bien”, dijo McIlroy. “No podía dejar que dos malos hoyos dictaran la narrativa de los 16 buenos. También tuve que recordarme esta mañana no presionar demasiado pronto”.
