Este viernes 14 de marzo, Gerard Piqué compareció ante la corte para defenderse de las acusaciones relacionadas con las comisiones que recibió su empresa, Kosmos, por la intermediación en el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudita.
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En un momento de la audiencia, el exfutbolista rompió en llanto mientras aseguraba que todo el proceso ha causado un daño irreparable a su reputación. Piqué llegó al Juzgado de Instrucción de Majadahonda a primera hora de la mañana, enfrentando la investigación que busca esclarecer si hubo irregularidades en el acuerdo que le permitió recibir una comisión de cuatro millones de euros anuales.
Gerard Piqué se presenta en el juicio por la Supercopa de España rompe en llanto
A lo largo de su testimonio, el exjugador del FC Barcelona negó haber recibido pagos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y reiteró que su papel fue exclusivamente como intermediario entre Arabia Saudita y la RFEF.
“Se me está haciendo un daño reputacional incalculable”, afirmó con la voz entrecortada. “Me sorprende que a día de hoy se sigan filtrando informaciones que afectan directamente mi imagen”. Durante su intervención, Piqué también lamentó que en lugar de ser reconocido por haber generado importantes ingresos para la RFEF, se le esté sometiendo a un proceso judicial.
“En otro país me habrían homenajeado por lo que logré”, aseguró. “No saben el daño que me hace esto, en otro país tendría una estatua”. El exdefensa del Barça y la selección española negó cualquier tipo de pago a Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, y defendió la legalidad de los 12 millones de euros que su empresa recibió de la Federación de Fútbol de Arabia Saudita (SAAF).
Piqué asegura que su reputación ha sido dañada
La defensa del ex futbolista presentó ante el tribunal facturas, comprobantes bancarios y correos electrónicos que, según su versión, respaldan la transparencia del acuerdo. Piqué explicó que su relación con la empresa pública saudí SELA se basó en un “pacto de caballeros”, que luego se formalizó cuando la RFEF firmó el contrato con Arabia Saudita en 2019.
Además, destacó que la negociación nunca implicó un conflicto de intereses con su carrera como futbolista. El caso sigue en proceso y la decisión final del tribunal será clave para el futuro del exjugador y empresario. Mientras tanto, Piqué continúa defendiendo su honor y su integridad en un proceso que, según él, ha afectado gravemente su imagen pública y profesional.
