Hace unos años, Gianni Infantino concretó la arriesgada idea de jugar un Mundial de fútbol masculino con 48 equipos, situación que se plasmará el próximo año en Estados Unidos, Canadá y México.
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Rápidamente se notaron las fisuras de un proyecto mal planificado, ya que la idea original de Infantino era disputar la primera fase con 16 grupos de tres selecciones, donde los dos primeros clasificaban a octavos de final.
Eso eliminaba las dramáticas definiciones de la última fecha grupal con dos partidos paralelos, como ocurrió en Qatar 2022, y abría la opción de que los dos equipos de la última fecha pudieran “acordar” un resultado que eliminara al tercer equipo del grupo.
Las críticas generalizadas a este sistema ideado por Infantino obligó a cambios urgentes, hasta que se optó por el formato de 16 grupos (sí, 16 grupos) de cuatro equipos, en el que incluso los 8 “mejores terceros” podrían clasificar a la nueva ronda de 16° de final.
Dicho formato acarrea una gran carga para el país organizador: 108 partidos (eran 64 hasta el 2022) y casi 40 días de competencia.
¿Qué opciones tiene un país de organizar en solitario, como es la tradición, un torneo así? Ninguna. Por eso el Mundial de 2026 se disputará en las tres naciones de Norteamérica, y el de 2030 estará a cargo de España, Portugal y Marruecos (lo de Argentina, Uruguay y Paraguay es solo simbólico). El 2034 sí se hará íntegramente en Arabia Saudita gracias a sus billonarias inversiones deportivas.
Un formato que invita a la mediocridad
Pero hay otro gran problema con un Mundial de 48 equipos: la calidad de las selecciones en competencia.
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Por ejemplo, la Confederación Asiática recibió 8 cupos directos para la Copa del Mundo de 2026, pero sus selecciones rara vez son animadores del torneo. En la historia de los Mundiales, solo 10 equipos asiáticos avanzaron a la segunda ronda y apenas uno de ellos llegó hasta semifinales: Corea del Sur en 2002 con dos escandalosos arbitrajes ante Italia en octavos de final y frente a España en cuartos de final.
Lo mismo se puede decir de las selecciones africanas, ya que en la historia solo 11 avanzaron a la segunda ronda y recién Marruecos en 2022 fue la primera en llegar a semifinales. Para el Mundial de 2026 la Confederación Africana de Fútbol recibió 9 cupos directos.
La Conmebol de los equipos sudamericanos tiene 10 miembros y hasta 7 de sus selecciones podrían sacar boleto para el Mundial norteamericano.
Pero eso no es todo.
Clasificar a los “mejores terceros” en la fase de grupos fue una mala experiencia en los Mundiales de 1986, 1990 y 1994, con muchos equipos que jugaron a “a no perder”, ya que con tres empates aseguraban su paso a la segunda ronda, incluso con dos puntos.
En 1986, Uruguay perdió 6-1 ante Dinamarca, pero gracias a un empate 1-1 ante Alemania Federal y un 0-0 frente a Escocia pudo clasificar a octavos de final.
¿Y ahora quieren un Mundial de 64 equipos?
Sin medir todavía el experimento de un Mundial de 48 selecciones, la FIFA anunció estudiará una sorprendente propuesta que presentó el fútbol sudamericano para expandir la Copa Mundial de 2030 a 64 equipos, el doble de los que participaron en Qatar 2022.
“Un miembro del Consejo de la FIFA planteó de manera espontánea una propuesta para analizar una Copa Mundial de la FIFA de 64 equipos para celebrar el centenario de la Copa Mundial de la FIFA en 2030 en el punto de ‘asuntos varios’ cerca del final de la reunión del Consejo de la FIFA”, informó el organismo rector del fútbol el jueves, un día después de la reunión.
La idea fue sugerida por Ignacio Alonso, el delegado de Uruguay, según informaron a The Associated Press dos personas al tanto de la propuesta.
Expandirse a 64 equipos probablemente garantizaría a los diez países miembros de CONMEBOL un lugar en un torneo más amplio y haría innecesario disputar las Eliminatorias que hoy representan grandes ingresos por derechos televisivos y venta de tickets. Venezuela es el único que nunca se ha clasificado para un Mundial masculino.
¿Cuántos cupos le darían a la UEFA? Al menos 20. África y Asia tendrían al menos 3 o 4 clasificados más de los cupos que recibieron en 2026.
Un Mundial de 64 equipos, si la FIFA aprueba la idea, llevaría a que se disputarán 128 partidos, el doble con el formato de 32 equipos que se jugó desde 1998 hasta 2022.
Agregar 16 selecciones más que en la edición 2026 llevaría a que cientos más de futbolistas tuvieran que jugar un Mundial en un momento en que los sindicatos de jugadores han criticado una expansión implacable de partidos y competiciones sin consultar a sus miembros.
Sin embargo, el presidente de la FIFA Gianni Infantino ha apoyado con entusiasmo la adición a su cartera de torneos que generan ingresos y dan a más equipos la oportunidad de clasificar, citando la necesidad de desarrollar el fútbol a nivel global.
Tal vez Infantino estaría feliz de ver a Nueva Caledonia, Tahití o Fiyi jugando un Mundial contra Inglaterra, España o Argentina.