La NFL enfrenta un nuevo escándalo tras las recientes acusaciones contra Justin Tucker, pateador de los Baltimore Ravens. Según un informe del medio Baltimore Banner, seis masajistas han señalado al jugador por supuesta conducta sexual inapropiada en cuatro spas y centros de bienestar de Baltimore entre 2012 y 2016, causando un enorme revuelo en la liga.
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El escándalo ha provocado una reacción inmediata tanto de la NFL como de los Ravens. La liga anunció que abrirá una investigación para esclarecer los hechos, siguiendo el protocolo de conducta personal que establece sanciones para comportamientos que afecten la integridad del deporte.
Justin Tucker de los Baltimore Ravens se ve envuelto en una enorme polémica luego de acusaciones de conducta sexual inapropiada
Las denuncias incluyen testimonios de terapeutas que aseguran que Tucker “expuso sus genitales, realizó movimientos inapropiados y dejó fluidos en las camillas de masaje”. Cinco de ellas afirmaron que el jugador “insistía en recibir masajes en la zona pélvica mientras tenía una erección”, lo que las llevó a interrumpir las sesiones y negarse a atenderlo en el futuro.
Por su parte, Tucker ha negado rotundamente las acusaciones. “Siempre me he conducido con profesionalismo. Nunca antes se me había acusado de mala conducta de ningún tipo”, declaró en un comunicado. Sus abogados han calificado las denuncias como infundadas y aseguraron que no existen pruebas que respalden los testimonios de las terapeutas.
A pesar de la falta de denuncias formales ante la policía, las masajistas han relatado que algunos de los establecimientos en los que ocurrieron los incidentes tomaron medidas inmediatas contra Tucker, prohibiéndole la entrada y advirtiendo a otros empleados sobre su comportamiento.
La NFL se mantiene firme ante la conducta inapropiada de sus jugadores
Este caso recuerda al escándalo de Deshaun Watson en 2021, cuando el mariscal de campo fue acusado por más de 20 mujeres de agresión sexual durante sesiones de masaje. Watson fue suspendido 11 partidos y multado con cinco millones de dólares, lo que ha generado especulaciones sobre una posible sanción similar para Tucker.
Mientras la NFL continúa con la investigación, la polémica sigue creciendo y ha puesto a los Baltimore Ravens en el centro de la controversia. El equipo aún no ha tomado una decisión sobre el futuro de Tucker, pero en la liga ya se debate si enfrentará una suspensión, lo que podría afectar su carrera y la imagen de la franquicia.
