Los viernes por la noche suelen ser jornadas tranquilas, pero no fue así este 24 de enero para los hinchas de los Dallas Cowboys, quienes reaccionaron con una mezcla entre rabia y decepción luego que su equipo anunciara a Brian Schottenheimer, el coordinador ofensivo, como el próximo entrenador en jefe de la popular franquicia que acumula casi 30 años sin un título.
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La elección colocará en el puesto de head coach a alguien muy conocido por el quarterback estelar Dak Prescott, quien trabajó de cerca con Schottenheimer las últimas dos temporadas, cuando el exentrenador Mike McCarthy era el encargado de las jugadas.
Prescott quería el regreso de McCarthy, pero sorpresivamente la renovación se cayó y ambas partes dieron por terminadas las negociaciones. Eso obligó a los Cowboys a entrar tarde al mercado de búsqueda de entrenadores.
¿Quién es el nuevo entrenador en jefe de Dallas?
Schottenheimer es el noveno entrenador contratado por el propietario Jerry Jones desde que el polémico empresario compró el equipo en 1989 y despidió al único entrenador que los Cowboys habían tenido durante sus primeras 29 temporadas, Tom Landry, miembro del Salón de la Fama.
Se trata del séptimo estratega contratado por Jones desde la última vez que los Cowboys avanzaron más allá de la ronda divisional de los playoffs en 1995, cuando el club ganó su quinto título del Super Bowl.
Schottenheimer, de 51 años, es hijo del fallecido estratega de la NFL Marty Schottenheimer y tiene 25 años de experiencia como coach en la NFL, incluidos 14 como coordinador ofensivo, pero ninguno como entrenador en jefe. Se unió a los Cowboys como consultor en 2022 y pasó al rol de coordinador ofensivo un año después, cuando McCarthy asumió las responsabilidades de decidir las jugadas.
Los Cowboys realizaron una entrevista virtual con el coordinador ofensivo de los Eagles, Kellen Moore, quien fue el encargado de las jugadas de Prescott de 2019 a 2022; y sostuvieron entrevistas en persona con dos exentrenadores en jefe, Robert Saleh y Leslie Frazier. Además, Jones conversó de manera informal con el entrenador de la Universidad de Colorado, Deion Sanders.
Moore (con quien los Cowboys no se pudieron reunir de manera presencial porque su equipo está en competencia) y Sanders llenaban más el gusto de los hinchas. La de Schottenheimer parece una apuesta de bajo riego, con alguien conocido, pero que no necesariamente le traerá a los hinchas de los Cowboys el Super Bowl que tanto añoran.