Horas antes del crucial encuentro entre Botafogo y Peñarol por la ida de las semifinales de la Copa Libertadores, las calles de Río de Janeiro fueron escenario de graves incidentes protagonizados por fanáticos del equipo uruguayo. En la zona de Recreio, un grupo de aficionados de Peñarol desató una violenta batalla campal, que rápidamente se viralizó en redes sociales.
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En los videos difundidos por distintos usuarios, se puede ver a personas con camisetas de Peñarol arrojando piedras, sillas y mesas a vendedores ambulantes y transeúntes. Según reportes, el caos incluyó el incendio de dos motocicletas y un autobús.
Dura respuesta de las autoridades
La Policía de Río de Janeiro intervino rápidamente, utilizando bombas de estruendo, balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a los violentos y controlar los disturbios. A raíz de los incidentes, más de 200 personas fueron detenidas, según informó Cláudio Castro, gobernador del estado de Río de Janeiro.
“Río no es un lugar para problemas”, escribió Castro en su cuenta de la red social X. El gobernador ordenó el arresto y la escolta fuera de la ciudad de los hinchas de Peñarol involucrados en los disturbios. “El fútbol es un deporte de celebración y unidad. No permitiremos que estos criminales trastornen la vida cotidiana de la población con actos de salvajismo y vandalismo”, añadió.
Este no es el primer incidente de violencia vinculado al fútbol en Río de Janeiro. Días antes de la final de la Copa Libertadores 2023 entre Fluminense y Boca Juniors, también se registraron enfrentamientos entre hinchas y la policía en las calles de la ciudad, lo que resalta la problemática recurrente de violencia en eventos deportivos internacionales en Brasil.
Pese a los disturbios, el partido se jugará este miércoles a las 21:30 (hora local) en el estadio Nilton Santos. El ganador de esta serie se enfrentará en la final de la Copa Libertadores contra el vencedor del cruce entre Atlético Mineiro de Brasil y River Plate de Argentina.