El corredor Noah Lyles subió a lo más alto del podio en los Juegos Olímpicos París 2024, llenando de orgullo a Estados Unidos por haber conquistado la medalla de oro en la carrera masculina de 100 metros, y aunque actualmente su nombre suena como el de un campeón, no siempre fue así, ya que durante años luchó contra enfermedades, que por un momento, le hicieron creer que no podía lograrlo.
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People en Español presentó la historia de salud del deportista, de 27 años, quien desde los cuatro sufría de asma crónica, era un problema tan fuerte, que le impedía dormir. Evaluaciones médicas determinaron que la dificultad respiratoria era por un problema en las amígdalas, por lo que lo operaron, y fue así que comenzó a mejorar.
Por ser un problema respiratorio, no podía hacer mucho esfuerzo físico, y mucho menos correr, ya que eso significaba un riesgo mortal para él.
“Fueron muchas noches en el hospital, sin dormir, con el respirador, tomando medicamentos. Recuerdo el ladrido de mi perro por toda la casa, él sabía que estaba enfermo”, dijo Noah Lyles en una de las entrevistas, registrada en los medios.
Durante un evento de una marca contó que “los deportes definitivamente estaban fuera de discusión, no podía hacerlos. Fue un largo período en el que pensé que no iba a recuperarme. Pasé una cirugía para que me extirparan las amígdalas porque me estaban haciendo daño. Y ahora mira dónde estoy… Soy el tercer hombre más rápido que jamás haya existido en los 200 metros y tengo múltiples medallas de oro. No importa lo que te pase, importa cuánto y cómo sigues luchando”.
Noah Lyles en su lucha contra la depresión y la ansiedad
Noah Lyles también ha hablado sobre los problemas de salud mental que ha enfrentado debido a la depresión y la ansiedad.
“Recientemente decidí tomar medicamentos antidepresivos. Esa fue una de las mejores decisiones que he tomado en mucho tiempo. Desde entonces he podido pensar sin el trasfondo oscuro en que nada importa. Gracias Dios por la salud mental”, confesó en sus redes el 2 de agosto de 2020, según dice el citado medio.
Desde ese entonces, ha testificado cómo ha ido superando la depresión y la ansiedad, y no solo eso, sino que se muestra optimista sobre dejar un legado a las próximas generaciones.