La Selección de Argentina se llevó la Copa América 2024, por lo que se convirtió en bicampeona del certamen.
Varios futbolistas destacaron a lo largo del certamen, pero hay unos que siguen brillando dentro del equipo de Lionel Scaloni.
Rodrigo De Paul reveló una curiosa cábala que tiene la Selección de Argentina
Uno de ellos es Rodrigo De Paul, que poco a poco se ganó su lugar indiscutible en la mitad del campo.
De hecho, hoy es considerado uno de los hombres más importantes que rodean a Lionel Messi, con quien tiene una gran amistada.
Antes de cada partido, De Paul suele hacer una cábala, que practica con otro de los mediocampistas del equipo.
Junto con Leandro Paredes, Rodrigo salta al terreno de juego cuando llegan. Hace un scouting, pero también comen unos dulces.
Estos caramelos les han dado suerte a lo largo de la era de Scaloni, al grado de que ya repiten la dosis en cada encuentro, así lo reveló el mediocampista.
“Nosotros con esto de los caramelos llevamos información al vestuario. Ahí hacemos un recorrido y ahí sabemos dónde esta la familia. Siempre comemos los mismos caramelos, antes de jugar. Lea come siete: cuatro azules y tres amarillos, re bostero. Yo como 14″, confesó el jugador del Atlético de Madrid, en el programa de streaming Olga.
Dieron todo por Messi
Además, el mediocampista confesó que ver salir a Leo del campo fue un golpe duro, que mermó el ánimo del equipo.
Sin embargo, cuando lo vieron llorar en las pantallas del estadio, el deseo de los jugadores fue sacar el partido adelante y levantar la copa en su honor.
“Cuando salió Leo no sé si pensamos: ‘uy, cagamos’, pero dijimos ‘la puta madre, salió el que frota la lámpara’. Lo enfocaron en la pantalla cuando estaba llorando y eso lo vimos en la cancha. En general, en la pantalla marcan el tiempo, es atípico que muestren eso.
“Se generó un griterío total por esa imagen y nosotros la vimos. Ahí dijimos: ‘es por él’. Quedaba poco, uno estaba cansado. Ya el plan de partido queda un poco en segundo plano. Siento que fue por él ahí. Fue todo por él. No lo impone, pero transmite algo muy sano, de mucha paz, es imposible no quererlo. Y, cuando lo conoces, todavía más”, relató.