A menos de dos meses para que Mike Tyson y Jake Paul se vean las caras en el cuadrilátero del estadio AT&T en Arlington, Texas, este lunes 27 de mayo, trascendió que el dos veces campeón del mundo de los pesos pesados debió ser atendido de urgencia cuando llegó a la ciudad de Los Ángeles, en un vuelo proveniente de Miami.
Según In Touch Weekly, “Iron Mike” presentó en el aire varios episodios de náuseas y vómitos debido a una úlcera, por ello, los paramédicos fueron llamados al avión después de que la tripulación emitiera un anuncio solicitando la presencia de un médico.
Sólo fue un susto
El vuelo 1815 de American Airlines, presentó un retraso de aproximadamente 25 minutos al momento del descenso de los pasajeros, esto para permitir la atención de Tyson, así lo notificó el medio citado mediante las palabras de un testigo, quien aseguró que se les pidió permanecer en el avión mientras los paramédicos hacían su trabajo.
“Afortunadamente, el señor Tyson está muy bien. Sintió náuseas y mareos debido a un brote de úlcera 30 minutos antes del aterrizaje. Él agradece al personal médico que estuvo para ayudarlo”, transmitió calma el representante del estadounidense de 57 años.
Mike Tyson, regresará al ring después de haber mostrado aún estar en forma durante su último combate de exhibición contra Roy Jones Jr. en noviembre de 2020, sin embargo, con el nuevo percance médico manifestado, deberá superar por completo todo para continuar con la fuerte preparación física y mental que lo ayude a llegar en óptimas condiciones el próximo sábado 20 de julio.
Cabe destacar que el Departamento de Licencias y Regulaciones de Texas (TDLR) confirmó recientemente que será una pelea profesional, otorgando así un sello oficial al evento y descartando por completo que se tratará de una exhibición.