En la noche de este miércoles 13 de marzo, en el estadio Mario Kempes, en la ciudad de Córdoba, River Plate se consagró campeón de la Supercopa Argentina al derrotar a Estudiantes de La Plata con marcador final de 2 tantos contra 1.
El partido único que definió al mejor equipo del 2023, se llevó a cabo entre el ganador de la Liga Profesional y el vencedor de la Copa Argentina. De esta manera, el conjunto “Millonario” obtuvo su título oficial 72°, el primero del presente 2024 y el segundo alcanzado desde que asumió las riendas en la dirección técnica, Martín Demichelis.
Desarrollo del encuentro
La gran final comenzó con todo y desde sus primeros segundos entregó emoción, luego que el jugador Javier Correa colocara en ventaja a Estudiantes gracias a un certero cabezazo que batió el arco defendido por el campeón del mundo en Qatar 2022, Franco Armani.
Todo se mantuvo de esa manera con el pasar de los minutos y cuando parecía que los “pincharratas” se quedarían con el trofeo, la mala suerte les jugó en contra tras generarse el disparo fuera del área del delantero sub23, Pablo Solari, el cual impactó en el cuerpo del defensor Zaid Romero, para que la pelota entrara en propia puerta y empatara las acciones por el gol en contra.
Parecía que la definición sería en el alargue o tanda de penal, sin embargo, en el segundo minuto del tiempo agregado un potente zapatazo directo al ángulo del centrocampista Rodrigo Aliendro, definió las acciones para que de esta manera, además de ser el campeón general del pasado año, River Plate también se convierta en el primer club que gana en tres ocasiones la Supercopa Argentina (los ganó en el 2017 y 2019).
Victoria empañada
En una jornada de consagración, también quedó expuesta la mala relación que existe entre los fanáticos riverplatense y su técnico, Martín Demichelis. Así quedo demostrado cuando por segunda ocasión consecutiva, “Micho” fue silbado al momento que el interlocutor lo anunció cuando mencionó el once inicial en el pre partido.
Con los ánimos caldeados por la derrota del momento, en el estadio se escuchó los cantos desde las gradas en el que se recriminaba al técnico para que hiciera cambios e hiciera ingresar a jugadores jóvenes y grandes promesas del club, entre los que se destaca la última adquisición del Manchester City, Claudio “diablito” Echeverry.
El gol agónico también dejó otra tela más que da para cortar ya que en el momento de la euforia, Demichelis gritó enérgicamente el gol a las tribunas en reiteradas oportunidades hasta ser contenido por su equipo de asistentes técnicos. Cuando se le preguntó en rueda de prensa el por qué de su festejo, visiblemente molesto respondió: “Ustedes hagan las interpretaciones que quieran, goles son amores y se gritan. Yo soy hincha de River y en una final cómo no voy a gritar un gol”.