En 2019, Santiago Giménez comenzó a escribir su propia historia en Cruz Azul, luego de que su padre es considerado una leyenda del club.
PUBLICIDAD
Sin embargo, al atacante no le puso ninguna presión la etiqueta de ser hijo del “Chaco”; al contrario, fue un impulso que lo llevó a desarrollar un carácter más fuerte.
Santi Giménez, el delantero de moda en México
Los éxitos comenzaron a llegar, pues Santi se fue ganando un lugar en el cuadro estelar, por lo que sumar minutos le dio la oportunidad de demostrar su calidad.
Para 2021, Giménez fue parte del título que rompió la racha negativa de Cruz Azul y levantó el trofeo de la Liga MX, siendo parte fundamental en el ataque.
Las cualidades mostradas por el atacante llamaron la atención de varios clubes europeos; sobre todo, por su potencia física, que le daba ciertas ventajas ante defensores de gran tamaño.
Así fue como el Feyenoord lo incorporó a su equipo en 2022, en donde comenzó una nueva historia de su corta carrera.
La temporada disputada en Holanda hizo que Santiago explotara su talento, al grado de anotar 23 goles en 45 partidos, lo que elevó su valor en el mercado de cuatro a 25 millones de dólares.
PUBLICIDAD
Con la Selección Mexicana tuvo ya su primer momento trascendental, luego de anotar el gol que le dio el título de la Copa Oro 2023 al combinado Tricolor, ante su similar de Panamá.
Adjudica su éxito a la fe
Tras cosechar el título de la Concacaf, Giménez fue entrevistado por la organización, y antes de agradecer a cualquier otra persona, el atacante le dio gracias a Dios, una declaración que sorprendió a muchos aficionados.
Y es que, desde hace algunos años, el delantero mexicano ha hecho públicas sus creencias religiosas.
Cuando estaba en Cruz Azul, Igor Lichnovsky, defensor chileno, compartió con Santiago la palabra de su religión, y lo invitó a formar parte del cristianismo.
Desde entonces, Giménez ha continuado con estas creencias, por lo que es común que en sus redes sociales comparta algunas citas bíblicas.