PARÍS (AP) — El Abierto de Francia de este año no será lo mismo sin Rafael Nadal.
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Su energía. Sus potentes drives de zurda y su revés a dos manos. Sus deslizamientos por la arcilla roja de la Philippe Chatrier. Sus ya conocidas extensiones de piernas, la espalda tendida sobre la tierra en una combinación de alivio y euforia después de ganar un campeonato... ya sea en 2005 o 2019, o cualquiera de los tantos que suman un récord de 14 veces.
El español de 36 años anunció el jueves en conferencia de prensa que la lesión de cadera que lo ha mantenido fuera de acción desde enero lo obligará a perderse su viaje anual para competir en Roland Garros.
El torneo de Grand Slam sobre arcilla no se ha disputado sin él desde 2004, cuando un problema en el tobillo lo dejó fuera. Debutó al año siguiente, siendo todavía un adolescente, y comenzó de inmediato a monopolizar el título.
Nadal tiene marca de 112-3 desde entonces en este torneo, hasta el año pasado, cuando se sobrepuso a un dolor crónico en el pie izquierdo para convertirse en el hombre de mayor edad en ganar el título del Abierto de Francia.
"Los torneos quedan para siempre: Roland Garros siempre será Roland Garros con Rafael Nadal o sin mí”, dijo el jueves.