El nombre de Undertaker es sinónimo de éxito en WWE, ya que se convirtió en uno de los luchadores con mayor reconocimiento en la industria. Su retiro de los encordados dejó miles de anécdotas que contar, luego de ser profesional por más de 30 años.
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El personaje tuvo su origen en 1990, cuando Mark Calaway fue despedido de la WCW. El esteta navegó en el circuito independiente, aunque no tuvo éxito alguno; por ello, tomó la decisión de entrar a la que fue su casa por mucho tiempo.
Undertaker, la leyenda de WWE
Tras varios intentos de platicar con Vince McMahon, Mark logró una entrevista con el director, quien ya tenía en mente crear un personaje tenebroso.
A partir de ahí, el camino para Calaway inició en la empresa estadounidense y poco a poco se fue ganando el cariño de los aficionados.
El personaje le quedó como anillo al dedo, por lo que Vince quedó muy satisfecho de haberle cedido esta gran oportunidad.
A lo largo de varios años, Undertaker protagonizó grandes rivalidades, con hombres como Kane, Stone Cold, Mick Foley, Brock Lesnar, Randy Orton, Batista, Shawn Michaels y Triple H, entre otros.
Sin embargo, el camino le dejó varias huellas, por lo que fue acumulando lesiones, las cuales le hacían más difícil subirse al cuadrilátero.
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Mark luchó varios combates con un fuerte dolor
De hecho, algunos de sus grandes combates los hizo con dolores insoportables, pero su profesionalismo lo orilló a brindar un gran espectáculo, pues era muy fiel a sus fans.
“Fue increíble trabajar con Undertaker. Probablemente, la mayor parte de mi comunicación fue con Paul Bearer, porque él era el que hablaba. Taker era un hombre de pocas palabras. Trabajó algunos de sus encuentros más épicos con un dolor intenso, y nunca lo sabrías.
“Así es como yo lo vería. Si fuera un evento principal y fuera el último, y todos abandonaran el edificio, él vendría a la parte de atrás y simplemente se escabulliría a uno de los vestuarios y colapsaría”, comentó Vince Russo, uno de los creativos con los que colaboró Mark.