La velocidad ha sido uno de los problemas más grandes que han tenido varios futbolistas. Incluso, los accidentes han tenido un desenlace terrible.
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Algunos jugadores no pudieron contarla y perdieron la vida, tras impactar su carro de manera estrepitosa.
Octavio Gómez
El jugador de Rayados de Monterrey perdió la batalla el 24 de septiembre de 1978, cuando su auto se estrelló en el kilómetro 144 de la carretera que une a Mazatlán y Matamoros.
Con 25 años, “El Famosito” pereció, convirtiéndose en uno de los primeros jugadores que sufrió un problema así.
Fue también elemento de Zacatepec y del Laguna. Días antes de su fallecimiento disputó el clásico regio.
Héctor Hernández
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Hernández fue uno de los hombres que mayor peso tuvo en el Campeonísimo, ya que con Chivas cosechó seis títulos de liga y marcó 130 tantos.
Cuando dejó el fútbol profesional se enfocó en ser director técnico. Incluso, su camino arrancó con los Lobos de la Universidad de Colima.
Un día, regresando de Guadalajara, el camión en el que iba impactó a la altura del kilómetro siete, provocando una volcadura.
Héctor tuvo una fractura de craneo que le arrancó la vida de manera instantanea.
Raúl Arellano
“La Pina” es otro de los jugadores legendarios de las Chivas del Guadalajara, sobre todo en la década de los años 50.
Sin embargo, en 1997 un carro lo arrolló, provocando una muerte instantanea en la avenida López Mateos.
Pablo Hernán Gómez
Este fue uno de los accidentes que más conmocionó al mundo del fútbol, pues con 23 años el argentino perdió la vida, junto a su esposa.
El jugadores de los Tuzos fue a San Luis a visitar a su hermano, pero en el regreso a su Pachuca el jugador perdió el control del carro, provocando un accidente que fue fatal, pues él y su pareja no sobrevivieron.
Los únicos sobrevivientes fueron sus hijos, quienes salvaron la vida por la seguridad que tenía el carro.