WrestleMania 38 quedará enmarcado como uno de los eventos más importantes en la historia de WWE.

Y es que, este PPV vio el retiro de la leyenda viviente, The Undertaker, quien le puso fin a una carrera de más de 30 años.

El veterano luchador vio sus sueños cumplidos, al ser indicudo en la clase 2022 del Salón de la Fama de WWE.

A lo largo del tiempo, el esteta estadounidense se convirtió en uno de los mejores atletas de la compañía, gracias a su profesionalismo y liderazgo.

El gladiador marcó un antes y después en la industria, pues creó una de las figuras más representativas de la empresa de Vince McMahon.

Pronunciar el nombre The Undertaker es sinónimo de éxito en la WWE.

El personaje tuvo su origen en 1990, cuando Mark Calaway fue despedido de la WCW.

McMahon vio grandes cualidades en él, por lo que le ofreció integrarse a su compañía, a sabiendas de que marcaría una época.

Y así lo fue, “El Enterrador“ dejó un legado difícil de igualar, el cual lo tiene como una de las leyendas más importantes de WWE.

Su adiós, en la gala del Salón de la Fama, fue una de las más emotivas de este evento, al grado de que la afición lo aclamó por varios minutos.

“Durante tres décadas oculté a Mark Calaway, pero esta noche en señal de respeto a todos ustedes, quiero presentarles al hombre debajo del sombrero negro y la capa. Estoy ante ustedes no como Undertaker, sino como alguien eternamente agradecido porque me aceptaron en sus vidas y me ayudaron en mis peores momentos.

“Este negocio de la lucha libre me enseñó las más grandes lecciones de mi vida y quiero compartirlas con ustedes. Fue hasta los 20 años que me descubrí a mí mismo, mi pasión y lo que me hacía feliz. Hoy te pido que vivas por y para ti, nadie más, ni por tus padres porque nadie pisará tus huellas, es tu camino”.

—  The Undertaker, leyenda de WWE

Un pacto con Dios

Durante muchos años, Mark Calaway dio vida a un personaje tenebroso, que estaba alejado de cualquier religión.

Incluso, el personaje estaba enfocado en las tinieblas y obscuridad, situación que lo alejó de poder creer en un Dios.

Sin embargo, tras su retiro, el esteta tomó la decisión de acercarse a la fe, por lo que hizo un pacto y dejó de lado el personaje obscuro que le dio muchas glorias.

“Yo era una de esas personas que iba por la vida listas para expirar mis pecados y ‘esconder’ mis crímenes bajo la alfombra, porque tenía demasiado de airearlos y reconocerlos públicamente.‎ Es como cuando no pides salir a esa hermosa chica porque el miedo a ser rechazado es demasiado grande y la vergüenza demasiado dañina.

“Es menos perjudicial no preguntar, al igual que para mí, era menos dañino creer desde la distancia.‎ Sabía que invertir en Dios significaba apresar una serie de demonios y tener que aceptar cosas que había hecho en el pasado, y ese es un miedo mayor, como persona, que el que alguna vez tuve en el ring”.

—  The Undertaker, leyenda de WWE