El delantero del Atlético de Madrid, Ángel Correa, se ha convertido en uno de los elementos más importantes esta temporada en el ataque de Los Colchoneros.
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El rendimiento del argentino ha sido impresionante, al grado de que se ha ganado la titularidad, por encima de tipos con jerarquía como Luis Suárez y Antoine Griezmann.
En 27 partidos disputados en la Liga, Correa suma 11 tantos; además, tiene cinco asistencias, por lo que es uno de los hombres más destacados en la ofensiva.
Fue en 2015, cuando Los Colchoneros tomaron la decisión de ficharlo, tras un breve paso por el San Lorenzo de su país. El Atlético pagó cerca de 12 millones de dólares por su carta.
Desde entonces, Ángel es parte del conjunto español, en donde se ha ganado la confianza de Diego Simeone.
Hasta ahora, Correa acumula 306 duelos, en los que ha conseguido 53 goles, con 52 asistencias para sus compañeros.
El atacante está de manteles largos, pues celebra su cumpleaños 27 en el mejor momento de su carrera, ya que también es seleccionado de su país. Incluso, fue parte del plantel que ganó la última edición de la Copa América.
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Ha sido un pilar para su familia
Pero no todo ha sido siempre miel sobre hojuelas para Ángel, ya que cuando era niño su padre falleció, lo que lo obligó a convertirse en el sostén de su familia.
El fútbol fue una salida para sus problemas, por lo que empezó a jugar de manera amateur, con equipos que le pagaban por su gran talento.
“A los 10 años falleció mi padre y yo llevaba el dinero a casa. El ingreso que tenía, por jugar al fútbol, era lo único que tenía para que comieran mis hermanos, mi mamá o yo. Era un representante el que me daba un sueldo y yo se lo daba a mi madre, que era la que lo manejaba. En ese momento no lo veía como una responsabilidad, sólo disfrutaba el fútbol. Me daban una ayuda para mi familia y eso me ponía contento
“El balompié de barrio te hace crecer, porque juegas contra gente más grande, creces muy rápido, casi a la fuerza. Vi jugadores buenísimos que las familias enteras iban a verlos, pero por circunstancias de la vida no llegaron a profesionales”.
— Ángel Correa, delantero del Atlético de Madrid
Antes de cada partido, Ángel recuerda todo lo difícil que vivió en su infancia, incluido el también fallecimiento de su hermano, lo que lo hace dar más, para tener siempre a su familia en las mejores condiciones.
“Mi barrio es muy jodido. Ahí perdí a muchos amigos por alguna bala, por estar en un lugar donde no debían estar. Siempre antes de que empiece el partido, me acuerdo de todo lo malo que viví y eso me da fuerzas para tratar de luchar cada minuto”.
— Ángel Correa, delantero del Atlético de Madrid