Desde el pasado 2 de diciembre de 2021, la MLB declaró un paro oficial del campeonato, tras el final del contrato colectivo de trabajo que defiende los derechos de los jugadores.
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La oficina del sindicato de beisbolista no pudo llegar a un nuevo acuerdo, por lo que las negociaciones continúan, a casi tres meses de que se dio por frenada la liga.
Desde entonces, cualquier actividad en Grandes Ligas está detenida, desde las firmas de contrato de los agentes libres, así como el Spring Training, el cual iniciaría el pasado 5 de marzo.
La principal exigencia de los jugadores es poner un tope salarial, ya que la MLB es el único campeonato que no lo tiene.
Los peloteros quieren que haya una repartición equitativa, que favorezca el trabajo de cada uno de los atletas que conforman la organización, incluyendo a los jugadores jóvenes.
Incluso, la intención es que el salario mínimo tengo un aumento, tanto en Ligas Mayores, como en Menores.
Actualmente, las negociaciones están un poco trabadas, ya que los altos mandos de las Grandes Ligas no quieren ceder ante las exigencias de los beisbolistas, pese a que ya modificaron muchos de los estatutos.
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La última oferta presentada por el sindicato de jugadores tenía una reducción de cinco millones en el fondo de bonificación previo al arbitraje, pero la MLB no aceptó y delcaró que todo está en un punto muerto.
“Esperábamos ver algún movimiento en nuestra dirección que nos diera flexibilidad adicional y llegar a un acuerdo rápidamente. La Asociación de Jugadores decidió volver a nosotros con una propuesta que era peor que la última y no estaba diseñada para hacer avanzar el proceso. En algunos temas, incluso retrocedieron. En pocas palabras, estamos estancados. Intentaremos resolver como responder, pero nada en esta propuesta lo hace fácil”.
— Glen Caplin, vocero de la liga
Un abogado de los más destacados en Chicago, de nombre Gerry Golden, aclaró a la cadena televisiva NBC Sport que este acto es considerado un cierre patronal, más no una huelga, dada las condiciones impuestas por el sindicato de beisbolistas.
De hecho, consideró que los atletas sólo están exigiendo lo justo, pues consideran que los estatutos laborales no son los idóneos.
“Un cierre patronal es un paso que toman los empleadores porque, en efecto, están convencidos de detener el negocio hasta llegar a un nuevo acuerdo que solucione la disputa laboral por la que atraviesan, mientras que en una huelga los empleados son los que interrumpen sus labores, obligando así a los empleadores a escucharlos”.
— Gerry Golden, abogado en Chicago