Dramática situación familiar la que está pasando actualmente el centrocampista, Gerónimo Poblete. La invasión de Rusia en suelo ucraniano en realidad afecta a todas las personas que están dentro del territorio del conflicto, sin discriminar ningún estatus social.
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Situación
Como cualquier principio de año deportivo, el equipo ucraniano Metalist planificó su pretemporada. Esta vez el sitio escogido para realizar las distintas preparaciones físicas y tácticas fue en Turquía.
Cuando comenzó la invasión el pasado 24 de febrero, la delegación completa del equipo ucraniano se encontró fuera de la zona del conflicto, sin embargo, sus familiares no pudieron correr con la misma suerte.
Pedido de ayuda
Entre los miles de familias que quedaron en el centro de los bombardeos se encuentra la del argentino. Su esposa, Micaela Amaya, y sus dos hijos (niña y niño) se encuentran en la ciudad de Jarkov, una de las regiones más castigada por la artillería rusa.
Según se dio a conocer por el jugador, sus tres familiares están refugiados en el subsuelo del hotel donde se hospedaban.
Gerónimo Poblete mostró su desespero recientemente en medios de comunicaciones argentinos para dar a conocer su situación y que sirva de ayuda para que las autoridades argentinas en Ucrania puedan resolver la dramática situación.
“Lo que estamos viviendo es muy difícil. Mi familia quedó en Ucrania y es complicado salir de Jarkov en este momento, necesitamos la ayuda de la cancillería argentina. Estoy hablando con Cancillería y la embajada, pero no está fácil, todavía no encontramos una solución. Estamos buscando la manera y el momento de sacarlos. Así que estoy esperando cómo se puede hacer”, comentó Poblete por comunicación telefónica al canal de televisión Todo Noticia.
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Un poco de tranquilidad ante el desastre
En las declaraciones el jugador informó que a pesar del desesperante momento por el que pasa, no ha perdido comunicación con su esposa y ésta le trasmitió que todos están bien por ahora y que cuentan con todo lo necesario para afrontar el momento.
“Ellos están bien, solo hay que salir de ahí rápido, lo antes posible. Hablo con ella y me cuenta todo lo que están viviendo. Ya van seis días y se empieza a hacer largo. Solo pienso en abrazar a mi familia”, agregó quien fue también jugador de los equipos argentinos Colón, San Lorenzo y Vélez Sarsfield.
