Los Rams de Los Ángeles acabaron con la maldición y volvieron a ganar un Super Bowl, tras 22 años de la última vez.
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El equipo de Sean McVay impuso condiciones sobre el césped del SoFi Stadium y ganó uno de los duelos más parejos en esta instancia.
Con marcador de 20-23 superaron a los Bengals de Cincinnati, para así cosechar su segundo trofeo Vince Lombardi.
El camino no fue sencillo para los Rams, luego de que en los playoffs enfrentaron a las mejores instituciones de la NFL.
En la Ronda Divisional, la franquicia angelina se midió a los Bucaneros de Tampa Bay, franquicia comandada por Tom Brady.
Sin embargo, el equipo de McVay impuso condiciones y sacó la casta ante el penúltimo campeón de la NFL.
En la Final de Conferencia, Los Ángeles vencieron a los 49ers de San Francisco, duelo en el que dieron la vuelta para conseguir el pase al Súper Tazón.
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Conseguir el triunfo en el encuentro definitivo del campeonato no fue casualidad, pues Sean trabajó el partido con inteligencia, para congelar a Joe Burrow, mariscal de campo de los Bengals.
La defensa de los Rams copó en todo momento al joven quarterback, quien fue sorprendido en nueve ocasiones.
McVay no quería perder otro Super Bowl, por tal motivo sabía que la clave para ganar era frenar los embates de Burrow.
Además, Cooper Kupp, receptor de campo, fue el hombre fundamental en la ofensiva, para que los Rams agregaran un título más a su historia.
“Esa es la primera orden del día; dormir un poco. Mi cuerpo había estado en modo de lucha constante, quizá me veo un poco mal, pero ya es más fácil. Estos muchachos me dieron una gran velada, así que hay que disfrutarlo y les digo a todos; vayan a tomar una siesta.
“Tengo que decir que soy mejor como entrenador y como persona por tener cerca a Cooper Kupp; esa es la verdad. Tiene una gran forma de hablar con sus compañeros, hizo de este año algo muy especial, no habría sido lo mismo sin él. Juega con confianza en sí mismo y eso contagia a todos”.
— Sean McVay, head coach de los Rams
El veterano Andrew
Una de las curiosidades que dejó esta victoria de Los Ángeles fue la presencia de Andrew Whitworth, tacle izquierdo.
Y es que, actualmente, es el jugador más veterano de toda la NFL, por lo que hizo historia con la obtención del Vince Lombardi.
Whitworth jugó 16 años como futbolista profesional, tiempo en el que ganar un Súper Tazón se le había negado.
De hecho, su equipo anterior fueron los Bengals de Cincinnati, situación que hizo aún más especial esta victoria.
En la NFL, Andrew disputó un total de 225 encuentros, en los que fue titular en 221. Con los Rams jugó en 71 oportunidades.
Antes de disputarse el encuentro final, Whitworth tenía claro que sería su último duelo en en el campo, pues el retiro es una realidad, ya que es necesario dar paso a las nuevas generaciones de jugadores.
“Le dije a Zac Taylor, cuando hablamos el domingo por la noche, que los dos equipos ocupan mi corazón y tienen gente en la que creo. Es realmente especial y un gran momento para mí haber jugado este partido y contra una franquicia que representa mucho para mí. Será una manera irreal para retirarme”.
— Andrew Whitworth, tacle izquierdo de los Rams
Para cerrar con broche de oro su carrera, el tacle izquierdo fue galardonado con el Walter Payton al Hombre del Año, premio que se otorga al jugador que muestra un servicio destacado y dedicación a la comunidad, así como su excelencia en el terreno de juego.
