El Super Bowl LVI será un duelo inédito en el campeonato estadounidense, al tener la presencia de los Bengals de Cincinnati y los Rams de Los Ángeles.
Ambas franquicias fueron las más destacadas a lo largo del año, por lo que tendrán la oportunidad de disputar el trofeo Vince Lombardi.
Esta será la primera ocasión en que estas escuadras se enfrenten en un duelo de esta envergadura, por lo que buscarán poner su nombre en la historia de la NFL.
A lo largo de la campaña, los Rams, equipo comandado por Sean McVay, han demostrado estar a la altura de los mejores conjuntos de la organización, teniendo a Matthew Stafford como el motor principal de la ofensiva.
En la ronda previa, los Rams eliminaron al actual campeón, los Bucaneros de Tampa Bay, equipo que contaba con la leyenda de los emparrillados, Tom Brady.
Sin embargo, la franquicia angelina se plantó con decisión y sacó sus mejores armas, para colocarse en la Final de Conferencia, que más tarde ganarían para estar en el Súper Tazón.
Sean McVay es uno de los entrenadores más jóvenes que actualmente están en la NFL. Su trabajo ha traído recompensas y su equipo está cerca de consumar un gran torneo.
El estratega en jefe suele ser un tipo explosivo durante los partidos, al grado de vivir al límite cada una de las jugadas que se desarrolla en los emparrillados.
Su juventud no ha sido un impedimento en lo absoluto, para ser considerado uno de los coaches más destacados de la NFL.
De hecho, Sean es parte de la nueva ola de estrategas, que buscan hacerse de un puesto en el certamen, con la firme intención de hacer historia.
En los últimos tres años, McVay ha encaminado a Los Ángeles a dos Super Bowls. De hecho, en la edición LIII, su equipo cayó en la Final ante los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Desde aquella derrota, Sean no se quitó el dolor de la mente y redobló esfuerzos para volver a encaminar a los suyos a un Súper Tazón más.
De levantar el Vince Lombardi, McVay se convertirá en el entrenador más jóven en conseguirlo, marcando así un antes y después en la NFL.