La Selección de Senegal se proclamó como campeona de la Copa Africana de Naciones, tras vencer en penaltis a su similar de Egipto.
PUBLICIDAD
A lo largo de todo el torneo, Sadio Mané se convirtió en un hombre fundamental, luego de anotar los goles más importantes que llevaron a su equipo a la gloria.
Con el pasar de los años, el atacante se ha ganado el cariño de los aficionados, al tratarse de uno de los elementos más carismáticos en el mundo del fútbol.
Con el Liverpool de Inglaterra lo ha ganado todo. Incluso, hace algunos meses, su nombre sonó con fuerza en el Real Madrid, pero no se realizó su fichaje al cuadro merengue.
La popularidad de Sadio se ha extendido fuera del terreno de juego, principalmente por la nobleza y humildad que ha mostrado.
Cuando era niño, Mané sufrió muchas carencias en su país natal. Además, sus padres no querían que se dedicara al fútbol profesional, pues veían en ello una pérdida de tiempo.
Pese a que en el terreno de juego mostraba grandes cualidades, su familia no creyó que el deporte fuera una salida a los problemas monetarios.
PUBLICIDAD
Cuando se disputó la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002, Mané vio cómo su selección destacó en la justa, lo que lo inspiró más a ser futbolista profesional.
Una delegación del Metz de Francia hizo unas pruebas en Dakar, con la intención de reclutar a buenos jugadores.
Sadio no se la pensó dos veces y se escapó para tratar de ganarse un lugar con el conjunto galo. El delantero no falló y llamó la atención de los reclutadores, en específico de Olivier Perrin, quien no dudo en hacer los trámites pertinentes para ficharlo.
“Veía chicos jugando y me sumaba a sus partidos. Cuando crecía, iba a la cancha. Especialmente,, cuando jugaba la selección nacional. Quería ver a mis héroes e imaginarme a mí como ellos. Cuando era joven, sólo pensaba en jugar en la Premier League, que veía por televisión. Ese era mi gran sueño.
“Nací en un pueblito de Senegal llamado Bambali. Se me consideraba el mejor jugador del pueblo, pero nadie en mi familia quería que fuera futbolista. Y yo estaba totalmente convencido de que, cuando me fuera, podría serlo. Lo único que me preocupaba era cómo”.
— Sadio Mané, delantero del Liverpool
Un personaje altruista
Triunfar con el Liverpool de la Premier League le ha retribuido en lo monetario a Mané. Sin embargo, no suele ser un futbolista que tenga grandes lujos, pues le gusta donar sus ganancias en obras caritativas.
Por ejemplo, es parte de un programa que busca prevenir el VIH. Incluso, acude dos o tres veces al año a su pueblo natal, en donde donó más de 300 mil euros, para construir un par de escuelas, así como un hospital.
Además, da un apoyo mensual a familias necesitadas, para buscar erradicar la pobreza que rodea a su comunidad.
“¿Para qué querría 10 Ferraris, 20 relojes de diamantes o dos aviones? ¿Qué harán esas cosas por mí y por el mundo? No necesito autos de lujo, casas, viajes, ni mucho menos aviones. Prefiero que los míos reciban un poco de lo que la vida me ha dado.
“Yo pasé hambre, trabajé en el campo, jugué descalzo y no fui al colegio. Hoy puedo ayudar a la gente. Prefiero construir escuelas y dar comida o ropa a la gente pobre”.
— Sadio Mané, delantero del Liverpool