En el último partido en el Estadio Azteca, la Selección Mexicana tuvo un irregular desempeño en el terreno de juego que se reflejó en el empate sin goles ante su similar de Costa Rica, en el octagonal final de las eliminatorias de la Concacaf con miras a Qatar 2022.
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Además del duelo, en el Coloso de Santa Úrsula entró en acción un nuevo proyecto de la Federación Mexicana de Futbol, con el que se espera tener un mayor control para evitar el grito homofóbico. Un grupo de sólo dos mil seguidores tuvo que registrar su boleto con datos personales en un sitio web, que les dio un código QR, el cual se entregó en la entrada, junto con su identificación.
El futbol mexicano ha recibido más de 15 sanciones por este tema. Las manifestaciones van más allá del deporte.
Discriminación, homofobia y racismo en los estadios, reflejo de la sociedad
Aldo Villegas, activista y comunicador social conocido como Bocafloja, sostiene en que el deporte es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad, ya que “hay una correlación directa entre todo lo que sucede y se manifiesta dentro de las gradas y lo que se expresa diariamente afuera”.
“Es un termómetro del sentir social en un espacio en el que por años, lastimosamente, todo parecía ser permisible, bajo la excusa del fervor popular”, indicó el también poeta y artista urbano mexicano.
Mientras tanto, la Dra. Fabiola López Velázquez, especialista en filosofía, destaca que los medios masivos influyen en la discriminación en el deporte, al “explotar prejuicios y estereotipos, que ya se encuentran arraigados en el imaginario social”.
Con origen en la Colonia
Ambos coinciden en que se pueden escuchar evaluaciones subjetivas sobre jugadores africanos (rápidos y fuertes), centroamericanos (rudos) y europeos (élite) como “una réplica que tendría su origen en la Colonia”.
Sobre las agresiones verbales y burlas a rivales en los deportes, López Velázquez analiza que puede tener su raíz en un planteamiento en el que se hace valer frente al ‘otro’. “Se está asumiendo como condición esencial del valor propio la desvalorización (sino la deshumanización) del ‘otro’. Es decir: en la medida en la que sea capaz de despojar al ‘otro’ de su valor, mi persona estará adquiriendo valor propio”.
Problemas sociales en el deporte
Cabe destacar que el grito homofóbico no es el único problema social en el deporte. A finales de 2016, el nombre de Colin Kaepernick traspasó los emparrillados de la NFL, al arrodillarse mientras se entonaba el Himno de EU como protesta por la opresión de los afroamericanos; mientras que el año pasado el movimiento de Black Lives Matter llegó a la NBA, MLB y MLS. Los gritos racistas en Europa a los futbolistas de color tampoco se deben olvidar.
Para generar un cambio de raíz, Bocafloja considera que se necesita un asesoramiento urgente en las federaciones, instituciones deportivas y aficionados.
“Hablar sobre racialidad, colonialismo, historia, derechos humanos, a partir de una óptica antirracista y anticolonial, involucrando a todos los miembros del organigrama en el deporte organizado a nivel profesional, el cual tenga como plan primario la modificación radical y urgente de reglamentos, misiones institucionales, manejo de medios, administración de fondos para programas formativos y vinculación comunitaria”. “También ayudaría la formación de comisiones conformadas por especialistas, funcionarios y afición”, agregó la Dra. López.