La Triple A tiene un nuevo monarca del Megacampeonato, luego de que el Hijo del Vikingo se llevó el cinturón en la TripleMania Regia.
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Con 24 años, el esteta mexicano se proclamó como uno de los reyes más jóvenes en la empresa, al derrotar a Samuray del Sol, Bandido, Jay Lethal y Bobby Fish. La contienda no fue sencilla, pero el joven esteta impuso condiciones y se llevó el cincho más importante de la compañía.
“La verdad es una responsabilidad enorme el ser la cara de AAA, ser el nuevo campeón. Me voy a preparar siempre al 100 para dejar el corazón siempre arriba del ring como lo he estado haciendo.
“A todos los jóvenes que están empezando esta bonita carrera de la lucha libre, los sueños se pueden cumplir. No importa cuánto te tardes, al final de cuentas si eres constante vas a cumplir tu ilusión, aquí hay una prueba de ello”.
— Hijo del Vikingo, luchador de Triple A
Así arrancó su pasión
La infancia fue una de las mejores etapas en la vida del Hijo del Vikingo, ya que fue en donde nació su amor por los encordados.
De hecho, con sentimiento recuerda como en su natal Puebla idolatraba a varios estetas, que lo inspiraron a convertirse en un profesional de las cuatro esquinas.
“Cuando yo tenía como cuatro o cinco años, allá en Puebla tenía que cruzar un terreno donde había un pasto muy grande. Caminaba, bajaba mis manos y creía que ese era el público, los saludaba a todos, les hablaba como si estuvieran ahí.
“Ahora lo hago también cuando salgo al cuadrilátero. Eso es lo que yo visualizaba para mi futuro. Cuando yo chocaba las manos con el pasto y hablaba con ellos lo disfrutaba, sentía bonito y ahora lo disfruto mucho más”.
— Hijo del Vikingo, luchador de Triple A
Un reality show fue la catapulta que lo llevó a convertirse en parte del roster de Triple A, en el que demostró sus habilidades en el cuadrilátero.
A cuatro años de ello, el poblano ve como todo el esfuerzo ha tenido recompensas, puesto que hoy es la cara de una de las empresas más importantes de lucha libre en México.
“Era un sueño que yo quería y ahora lo estoy viviendo. Siempre daré las gracias a la empresa, a Vampiro (canadiense), al torneo. A pesar de ser novato confían en ti y eso te da una responsabilidad, tienes que echarle todos los kilos en cada lucha, para seguir agradándole a los directivos. No queda más que seguir trabajando”.
— Hijo del Vikingo, luchador de Triple A