El paso de Diego Armando Maradona por el balompié mexicano fue espectacular. El timonel argentino llevó a los Dorados de Sinaloa a dos Finales.
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Sin embargo, “El Pelusa” no pudo conseguir el anhelado ascenso, por lo que se marchó de suelo azteca con esa deuda pendiente.
Pero Maradona dejó herencia en el fútbol mexicano, ya que uno de sus pupilos es hoy parte de los rojinegros del Atlas, equipo finalista del Torneo Grita México A21.
Se trata de Diego Barbosa, lateral derecho de Los Zorros, quien ha tenido un trabajo destacado en el campeonato.
El ascenso de Barbosa en el fútbol profesional no ha sido sencillo. De hecho, en 2018, trabajó en una fábrica de pantalones, por las escasas oportunidades que se le presentaron.
El canterano tenía pensado colgar los botines, por los problemas que tuvo en el camino, pero Dorados apareció y lo invitó a formar parte de la escuadra.
En el momento que llegó, el futbolista fue relegado al banco de suplentes, aunque al poco tiempo la directiva también dio la noticia de la contratación bomba de Maradona.
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Esto representaría un sueño para el zaguero, puesto que lleva el nombre de Diego Armando por el jugador argentino, ya que su padre era fanático del astro, a quien vio campeón en el Mundial de México 86.
En cuanto “El Pelusa” tomó las riendas del equipo la situación de Barbosa cambió, al grado de convertirse en un inamovible en el esquema táctico del timonel sudamericano.
Esto le dio mucha confianza, por lo que su nivel de juego fue elevándose. Luego de disputar las dos Finales con Sinaloa, el Atlas le pidió a Diego volver, todo gracias a la confianza que Maradona le brindó.
Esto es algo que el lateral no olvida, pues está agradecido con el argentino, ya que en los momentos más complejos de su carrera “El Pelusa” lo ayudó a retomar el camino del éxito.
“Poquito antes de llegar a Dorados, mi hermano ya pensaba en colgar los zapatos, en su mente estaba trabajar y estudiar. Lo que me platica es que sí hubo un cambio radical cuando llegó Maradona, porque al principio no lo citaban, no lo tomaban en cuenta, pero una vez que lo vio, su juego y su perseverancia, lo puso a jugar. Se ganó la titularidad y en el segundo torneo fue fijo. Le hizo ver de manera distinta el fútbol, porque le dijo que el balompié es para disfrutar y eso le cambió todo”.
— Omar Barbosa, hermano de Diego
