En 2016, el club de fútbol Chapecoense se embarcó con destino a Colombia, para disputar el partido de ida, de la Final de la Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional, uno de los momentos más épicos en la historia del equipo.
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El conjunto brasileño viajó con toda la ilusión a tierras cafetaleras, sin imaginar que en su camino el avión sufriría un percance.
La aeronave navegaba con tranquilidad a su destino, pero cerca de llegar los motores tuvieron una falla, lo que provocó un apagón general.
El piloto al mando intentó mantener el avión estable. Sin embargo, perdió el control del mismo y se estrelló en Cerro Gordo.
En total perecieron 71 personas, de las cuales, 18 eran jugadores del club carioca. Incluso, sólo hubo seis sobrevivientes, entre los que se encuentran los futbolista Alan Ruschel, Jakson Follmann y Neto; el periodista Rafael Henzel y los miembros de la tripulación Ximena Suárez y Erwin Tumiri.
A cinco años de ello, el dolor sigue presente en la institución brasileña, ya que la vida dio un giro de 180 grados.
Uno de los sobrevivientes, el exguardameta Jakson Follmann, tuvo que cambiar por completo su profesión, pues sufrió múltiples lesiones, las cuales le provocaron perder parte de la pierna derecha, así como la movilidad en el tobillo izquierdo.
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De aquella madrugada, Follmann sólo recuerda el momento en el que avión se apagó, para después despertar entre escombros, con dolor por todo el cuerpo y desesperado por ser rescatado.
Durante dos meses pasó recuperándose en un hospital, de las 13 fracturas que sufrió en el impacto de la aeronave.
Las canchas y euforia del fútbol quedó de lado en su vida, por lo que ahora la música es su profesión. Todo comenzó en 2019, cuando participó en un reality show, el cual ganó gracias a su gran interpretación del country brasileño.
“Antes del viaje estábamos felices y motivados por ir en busca del título, y de la noche al día acabé perdiendo a mis amigos, así como mi principal instrumento de trabajo. Después, mi mayor sueño era tan simple como poder caminar.
“De niño siempre tuve dos grandes ilusiones. Una era ser jugador de futbol, y el destino quiso que ahora esté realizando mi segunda con la música. Como futbolista, entrenaba todos los días, pero la música no es diferente porque también tienes que afinar muchos detalles. Quiero llegar a las personas porque las melodías transforman vidas, eso ocurrió con la mía”.
— Jakson Follmann, exguardameta del club Chapecoense
Aunque el fútbol se alejó de su camino, Jakson se mantiene feliz desde otra trinchera, agradeciendo cada día el tener su vida, pese a las inclemencias que la rodearon por un tiempo.